El departamento
de Ciencias Sociales ha organizado una actividad, consistente en las visita a los dólmenes de Corominas en Estepona, la visita a una planta de reciclaje y a la cercana ciudad de Casares. Les acompañan dos profesores del departamento.
Los objetivos previstos con esta actividad son los siguientes:
1- Conocer el patrimonio cultural e histórico de las ciudades de Estepona y Casares.
2- Fomentar actitudes de respeto hacia la naturaleza.
3- Fomentar la convivencia entre los alumnos.
Información sobre la ciudad de Casares
Información sobre los dólmenes de Corominas
Sepulcro 3 ante la excavación
Las construcciones megalíticas eran aquéllas realizadas con grandes piedras, cuya extensión europea se localiza entre el III y el II Milenio a. C, coincidiendo ya con la Edad de los Metales. Existen ejemplos en varios países europeos, entre los que cabe destacar las Islas Británicas, Francia y España. Su procedimiento constructivo obligaba a la movilización de la comunidad, lo que implica un grado de organización social y de liderazgo mayor que el del Paleolítico y el Neolítico. Además, en el caso de los grandes megalitos, se pusieron en práctica algunas técnicas que facilitaban el traslado y levantamiento de semejantes moles pétreas de toneladas de peso; los rodillos para mover sobre ellos las piedras o la colocación de rampas de tierra apisonada para subir las piedras de la cubierta, a modo de dinteles, constituían sin duda procedimientos habituales.
Estas edificaciones eran concebidas con un sentido religioso o social, estando relacionadas con prácticas necrolátricas.
El dolmen es un monumento megalítico con función funeraria para sepulturas colectivas acompañadas de ajuar. Está formado por varias piedras verticales cubiertas por una horizontal. En la Península Ibérica se dan unas originales formas ya que constaban de un corredor o largo pasillo con muros pétreos y cubierta adintelada. El corredor conducía a una o varias cámaras sepulcrales.
En esta sepultura aparecen irregularmente distribuidos un mínimo de seis individuos a lo largo de la galería, sin conexiones anatómicas. Otra particularidad de este sepulcro es la presencia en la cabecera de un pequeño espacio, delimitado por una delgada laja vertical, transversalmente situada al eje principal, en cuyo interior han sido cuidadosamente alojados los cráneos y huesos mayores de las extremidades correspondientes, al menos, a cuatro de los individuos adultos sepultados. Esto revela, como también se observó para el Sepulcro 1, que nos hallamos ante un ritual de enterramientos secundarios en los que el descarnado de los cadáveres se produce con anterioridad al alojamiento definitivo de sus restos esqueléticos en el interior de los dólmenes.
Fotografía: Autores del artículo
Más información
Durante la realización de los trabajos de prospección y seguimiento arqueológico derivados de las investigaciones sobre el Patrimonio Histórico incluidas en el Estudio de Impacto Ambiental de la Autopista de Peaje de la Costa del Sol, tramo Estepona-Guadiaro, tuvimos la fortuna de descubrir la que podemos considerar primera agrupación en necrópolis dolménica de la Costa del Sol.
En el paraje conocido como Corominas, situado en las inmediaciones de Arroyo Enmedio, se localizaron dos yacimientos, denominados Corominas I y Corominas II. En el espacio que denominamos Corominas II los trabajos de prospección superficial identificaron indicios de ocupación desde la Prehistoria Reciente hasta época romana.
Los trabajos de Intervención Arqueológica de Urgencia se llevaron a cabo entre los años 2000 y 2001, y permitieron la localización de una espectacular necrópolis megalítica, con cinco sepulcros muy bien conservados, restos de varios enterramientos de época campaniforme, así como indicios, sumamente alterados por la erosión, de un yacimiento de época romana. En este caso también se identificó parte de una necrópolis, pudiendo documentarse una tumba fechada hacia el siglo IV d.C.
Una vez concluida la investigación, dada la singularidad de los hallazgos, así como su buen estado de conservación, y teniendo en cuenta la inviabilidad del cambio de trazado por condicionantes técnicos y debido a lo desarrollado de los trabajos de la Autopista se optó por su traslado para su remontaje en un edificio expresamente diseñado que permitiese su exposición y dotar a los restos de auténtico rendimiento social y didáctico. Este centro de interpretación presenta la particularidad de estar enclavado en un edificio singular con forma de túmulo, recreando la arquitectura funeraria megalítica, y ubicado en el Parque de los Pedregales, una zona muy cercana al yacimiento y con una situación geográfica muy similar.
Entrada del nuevo emplazamiento para los dólmenes de Corominas, en el parque de Los Pedregales (Estepona).
Se trata de un edificio de planta circular, con 25 metros de diámetro, y sección en bóveda, con una altura máxima de 7 metros, al que se accede desde un pasillo a cielo abierto flanqueado por muros de grandes piedras, y a continuación, un corredor cubierto de 7,50 metros de longitud.
Fotografía: José María Navarro
Los dólmenes, con 5000 años de antigüedad, estaban revestidos y cubiertos por lajas de piedra, y sobre ellas se disponían túmulos de tierra y piedras, de los que se han conservado parte del anillo perimetral de grandes piedras que los delimitaba y contenía. En el interior de los dólmenes se exhumaron restos de varias decenas de enterramientos, vasijas de cerámica, útiles de piedra, puntas de flecha, hachas y adornos personales de la gente inhumada en las tumbas, destacando los collares de cuentas de piedra y de conchas marinas.
En el yacimiento también se excavaron varias tumbas de época campaniforme, con unos 4000 años de antigüedad.